Microsoft ha hecho un enorme esfuerzo para que Windows tenga un buen aspecto. Sin embargo, sacrificando algunas de sus vistosas animaciones algunos equipos con pocos recursos podrían notar una mejora en su rendimiento. Para eso, ve a la configuración de Windows, pulsa en Sistema y dale a Información. Aquí, pulsa en la opción de Configuración avanzada del sistema que te aparecerá debajo de los datos del PC.
Una vez en Sistema, en la columna de la izquierda pulsa la opción Configuración avanzada del sistema. Se te abrirá una nueva ventana, en la que en sus pestañas superiores debes pulsar sobre Opciones avanzadas. Una vez ahí dentro, pulsa el botón Configuración de la categoría de Rendimiento para entrar a configurar el rendimiento del equipo.
Cuando se te abra la nueva ventana de Opciones de rendimiento, automáticamente lo hará con la pestaña Efectos visuales activada. En ella tendrás una lista con todos los efectos visuales de Windows 10, y sólo tendrás que deseleccionar los efectos de los que quieras prescindir para aumentar la velocidad del sistema operativo.