Uno de los desafíos más importantes de la computación cuántica es la necesidad de corregir los errores generados por el “ruido cuántico”, una interferencia que se produce en los cálculos y que afecta la precisión de los resultados. Actualmente, los desarrolladores están enfocados en corregir estos errores para que los sistemas cuánticos puedan ser utilizados de manera eficiente en tareas prácticas. Díaz señala que la “ventaja cuántica significa que puedo armar algoritmos y jugar con una computadora cuántica, pero aun con errores. Estamos trabajando para corregir ese ruido, y creemos que esto se logrará en los próximos 3 a 5 años”.
El costo de una computadora cuántica actualmente oscila entre los 18 y 50 millones de dólares, una cifra considerable, pero manejable para conglomerados empresarios que desean investigar en esta área. No obstante, como subraya Díaz, el verdadero valor está en generar un entorno donde se pueda maximizar su uso. “Tener la tecnología no es suficiente. Se necesita un ecosistema con investigadores, universidades y empresas trabajando en conjunto para poder aprovechar realmente el potencial de esta tecnología”.
Por otro lado, la integración de la computación cuántica con otras tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial (IA) y el machine learning, abre un abanico de posibilidades. La capacidad de procesar grandes volúmenes de datos en tiempo real permitiría mejorar la precisión en áreas como la medicina, la predicción climática o la gestión de grandes cadenas de suministro. “En el área financiera estamos desarrollando modelos de portafolios de inversión automatizados capaces de optimizar rendimientos minimizando riesgos”, señala Díaz, describiendo uno de los proyectos en marcha.
Si bien Latinoamérica ha llegado tarde a otras revoluciones tecnológicas, como la inteligencia artificial, la computación cuántica ofrece una nueva oportunidad para posicionarse en la carrera global. “Latinoamérica se unió tarde a la revolución de la IA, pero aún puede ser líder en computación cuántica”, afirma Díaz.
Los especialistas señalan que es una tecnología que aún no ha alcanzado lo que se conoce como “supremacía cuántica”, es decir, el punto en el que las computadoras cuánticas pueden resolver problemas que las máquinas tradicionales no pueden (porque tardarían, literalmente, millones de años). Los avances han sido lentos (con un primer atisbo de Google en 2019), y los expertos señalan que todavía faltan años para que esta tecnología se implemente de forma generalizada. Sin embargo, los progresos recientes sugieren que estamos cada vez más cerca de este objetivo.
“Argentina cuenta con una base de talento científico importante y con antecedentes en desarrollos tecnológicos innovadores, como en el caso del blockchain, pero la computación cuántica exige un nivel de infraestructura y colaboración multidisciplinaria que todavía está en proceso de construcción”, explica Díaz, cuya startup /q99 recientemente fue seleccionada por el Quantum World Congress como una de las 7 startups con mayor potencial en computación cuántica y su convergencia con la IA.
Si bien el potencial es alto, el impacto de la computación cuántica en la vida cotidiana no se sentirá de manera inmediata. Su introducción será gradual, y sus efectos se verán primero en sectores específicos, como las finanzas, la medicina y la investigación científica. A largo plazo, la capacidad de realizar cálculos complejos y procesar grandes volúmenes de información podría transformar estos sectores.