El avance de la inteligencia artificial (IA) ha transformado significativamente el plano de la ciberseguridad. Según Pontoriero, la IA ha mejorado la capacidad de las soluciones de seguridad para operar de manera autónoma, sobre todo en tareas como la detección, el análisis y la respuesta inicial a incidentes.
Esto ha permitido optimizar los tiempos de respuesta y liberar a los colaboradores de tareas repetitivas, permitiéndoles enfocarse en análisis más complejos. Sin embargo, el experto mencionó que la intervención humana sigue siendo esencial para analizar contextos complejos, definir estrategias y tomar decisiones críticas que puedan afectar al negocio.
“La clave está en implementar un modelo de aprendizaje constante, periódico y adaptativo, que se ajuste al ritmo de la tecnología ya la sofisticación de los ataques”, enfatizó el experto.