El auge del comercio electrónico, las ofertas y descuentos online y el uso constante de servicios en la nube multiplicó los peligros asociados a enlaces peligrosos. Un clic en el link equivocado puede llevarte a activar una campaña de phishing, la instalación de virus en tu dispositivo o un robo de identidad.
Por eso, conocer cómo distinguir un link falso de uno genuino es una habilidad indispensable en estos días.
Cuatro claves para verificar que un enlace no es malicioso:
1. Buscar errores, caracteres extraños y extensiones desconocidas
Antes de interactuar con un enlace, conviene revisar si contiene faltas de ortografía, símbolos extraños o extensiones inusuales. Estos detalles pueden indicar que la página fue creada para engañar al usuario o redirigirlo a contenido malicioso.
2. Comprobar datos de contacto reales
Un sitio confiable suele incluir información verificable como dirección física, teléfono y correo corporativo. La ausencia de estos datos, o la presencia de información vaga, puede ser señal de un portal falso o peligroso.
Sus direcciones web y de redes sociales también están publicadas en sus páginas oficiales.
3. Desconfiá de mensajes no solicitados
Si recibís un email o mensaje directo con una empresa u organismo en el que no hiciste ningún reclamo ni trámite, desconfiá.
Los ciberdelincuentes suelen enviar correos similares a los de compañías conocidas en los que piden a los usuarios que sigan un enlace para completar información o solucionar algún inconveniente inexistente en la realidad. Lo mejor, en estos casos, es contactar al remitente real por otros medios (website oficial, redes, teléfono).
4. Si es urgente, es probable que sea falso
Si quien te envía el enlace te insiste que hagas clic lo antes posible, ya sea porque expira una supuesta oferta, o amenaza con la suspensión de un servicio o la implementación de una multa, lo más probable es que todo sea mentira y estén aprovechando una falsa urgencia para que la víctima caiga.



