Cabe mencionar que en el momento en el que cargamos Firefox en el PC o introducimos información aquí, por la presente se concede una licencia no exclusiva, libre de royalties y mundial, para usar esa información. Todo ello con el fin de ayudar a los usuarios a navegar, experimentar e interactuar con el contenido online.

Por tanto, a estas alturas podemos afirmar que los usuarios en estos momentos se muestran desconcertados por las nuevas condiciones. Casi todos pensaban que Mozilla podía modificarlas en cualquier momento, pero no de este modo. Desde hace años la empresa ha recordado a sus clientes las prácticas habituales de otras grandes empresas tecnológicas, en claro contraste con los ideales que Mozilla dice defender.

Todo esto se ha visto agravado por el derecho de Mozilla a reservarse la posibilidad de cancelar el acceso de los usuarios a Firefox a su discreción. Varias personas de la comunidad querían que la organización considerara la posibilidad de revisar sus recientes condiciones de uso para evitar perder por completo la confianza por parte de su base de usuarios. Con todo y con ello, la situación no es tan alarmante como algunos podrían pensar.