Windows 11 ha estado dando mucho de qué hablar desde su lanzamiento. Y el motivo es porque Microsoft aumentó, sin razón, los requisitos mínimos para poder instalar y usar su sistema sin tener en cuenta que, algunos de los requisitos, dejaban en un estado de obsolescencia programada a millones de ordenadores en todo el mundo. Ahora, 4 años después, Microsoft ha decidido cambiar los requisitos. Pero lo ha hecho a peor.

La llegada de la Inteligencia Artificial ha cambiado todo el panorama de la informática. Y es que, al igual que ha abierto un gran número de posibilidades a la hora de usar el ordenador, también ha aumentado (o, mejor dicho, disparado) los requisitos para que los sistemas puedan aprovecharse de las posibilidades de la IA.

Así pues, en el caso de Windows 11, nos encontramos con que, Microsoft, ha tenido que dividir los requisitos del sistema en dos partes: una para los ordenadores normales, y otros para aquellos que van a hacer uso de las funciones de su IA, Copilot.

Como decimos, ahora mismo los requisitos para instalar Windows 11 se dividen en dos grupos. Por un lado, tenemos los requisitos para cualquier PC estándar, unos requisitos que sí que han cambiado un poco desde el lanzamiento, pero que siguen siendo bastante asequibles.

En este punto nos encontramos con:

  • CPU de dos núcleos relativamente nuevo (Intel Core 8ª generación / AMD Ryzen 2000).
  • 4 GB de memoria RAM.
  • 64 GB de espacio de almacenamiento.
  • Tarjeta gráfica compatible con DirectX 12 y soporte WDDM 2.0.
  • Arranque Seguro / Secure Boot activado.
  • Chip TPM 2.0