No más actualizaciones permanentes en pausa

Hasta ahora, los usuarios podían pausar las actualizaciones de manera indefinida. Con la nueva actualización, Microsoft solo permite retrasarlas entre una y cinco semanas, dependiendo de la necesidad:

  • 1 semana (7 días): Pausa corta para esperar reportes iniciales sobre posibles errores.
  • 3 semanas (21 días): Retraso intermedio para permitir que se lancen parches a actualizaciones problemáticas.
  • 5 semanas (35 días): Máxima dilación posible para proyectos críticos que requieren estabilidad.

Una vez pasado este período, las actualizaciones se instalarán de manera obligatoria. Este cambio impide a los usuarios mantener versiones previas de sus aplicaciones, lo que puede ser un problema para quienes dependen de compatibilidades específicas o prefieren evitar cambios en ciertas funciones.

Recomendados

La ciberseguridad transformada por la computación cuántica

Siguiente

El nuevo botón de Windows Update

Anterior